Defensa Litoral

El municipio cuenta con un plan de desarrollo y ordenación del territorio para su zona litoral. Tanto este plan, como las actividades que el municipio desarrolle en dicha zona, respetan la normativa vigente en materia de ordenación del territorio y protección del litoral. Las playas cumplen con toda la normativa, (legislación ambiental y planificación u ordenación de la zona litoral) aplicable a su espacio físico y a las actividades desarrolladas en ella. El área de las playas, sus instalaciones y actividades, así como su entorno inmediato, cumplen con los planes oficiales de desarrollo y ordenación del territorio para su zona litoral y con la legislación litoral y ambiental. Esta legislación incluye normas que regulan la planificación del uso del suelo; la recogida y descarga de los efluentes de las aguas residuales e industriales; normas de carácter sanitario ambiental; planes de conservación o protección, así como, todas las concesiones, licencias y permisos para operar en la playa y su entorno.

Zonas dunares

Independientemente de la zona geográfica o climática donde se desarrollen los sistemas dunares, éstos presentan un conjunto de características ambientales derivadas de su conexión con el mar. Entre las características ambientales destacadas propias de las dunas costeras mencionamos el viento, la acumulación y erosión de arenas, la movilidad del substrato, la presencia de agua, spray y suelos salinos, inundaciones, estrés hídrico, substratos muy permeables de grano grueso con baja capacidad de campo y pobreza en nutrientes.

Zonas marinas

Las praderas marinas están reconocidas como hábitats prioritarios y de importancia comunitaria de la Directiva de Hábitats. Y, de hecho, muchas de las áreas marinas que conforman la Red Natura 2000 marina española, han sido declaradas como tales gracias a la presencia de praderas marinas. Las praderas marinas son hábitats vulnerables que desempeñan un papel crucial en el balance del carbono global y, por tanto, en la capacidad de adaptación del ecosistema marino a los futuros escenarios del cambio climático. Por lo que el conocimiento preciso de su distribución es fundamental para protegerlas, para facilitar la evaluación de proyectos y actividades susceptibles de generar impacto sobre ellas, y para la elaboración de programas de seguimiento.